Niñez en el corredor Centroamérica – México – EE. UU.: ¿enfoque de protección o de aprehensión y expulsión?

8 de octubre de 2019 La protección a la niñez migrante y solicitante de asilo ha estado en el debate público en los últimos días. La celebración del trigésimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño es un hito apropiado para reflexionar sobre la protección de los derechos de los niños migrantes y solicitantes de asilo. Además, las celebraciones del Día del niño en el norte de Centroamérica contrastan con la desprotección de la niñez que los llevan a huir de sus países y que encuentran muchos de ellos al ser deportados. 

 

El pasado 26 de septiembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró una audiencia en torno a denuncias de violaciones a los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes migrantes en Centroamérica, México y Estados Unidos con la participación de un nutrido grupo de organizaciones de la sociedad civil. El jueves 3 de octubre, Alianza Americas co-organizó un seminario virtual para discutir sobre la desprotección de la niñez migrante en México en la que participaron dos de las organizaciones solicitantes de la audiencia ante la CIDH. 

 

Tanto en la audiencia como en el seminario virtual, la discusión giró en torno a la invisibilización del contexto de violencia del que huyen los niños en el corredor Centroamérica – México – Estados Unidos, ya sea que viajen con miembros de sus familias o que lo hagan no acompañados. En ese mismo sentido, los Estados centroamericanos, México y Estados Unidos no les ofrecen la protección que solicitan y que merecen, sino que los tratan como migrantes irregulares que son aprehendidos, detenidos y deportados, negándoles el acceso a procedimientos de asilo, e ignorando el principio de interés superior de la niñez. Las organizaciones que participaron en nuestro seminario condenan el papel de México en la actual crisis, deteniendo niñas y niños centroamericanos manteniéndolos en condiciones que ponen en riesgo su integridad y seguridad.

 

Los números hablan de la situación de la que huyen los menores. En El Salvador, en los primeros siete meses de 2019, 1,798 personas han sido reportadas como desaparecidas, y de estas 551 son niños, es decir, el 31 % de las desapariciones corresponden a menores de edad. Del total de menores desaparecidos, 53% son niñas, y de estas 65% tenían entre 13 y 17 años. Aunque desde 2013, la Fiscalía General lanzó el sistema de alerta “Ángel Desaparecido” para enfrentar la problemática de las desapariciones de menores, este sistema se ha implementado a menor escala de la que se prometió. Al comparar la situación en el norte de Centroamérica, se encuentra que en el 2018 denunciaron 696 niños desaparecidos en El Salvador; en Guatemala se activaron, 5,704 alertas de niños desaparecidos, de las cuales 1,349 seguían abiertas; y en Honduras, se registraron 476 casos de niños desaparecidos. Las diferencias en las cifras se explican en los sistemas de alertas y la frecuencia con las que se actualizan. No obstante, la disparidad en las cifras y la debilidad de los sistemas de alertas, el que existan miles de denuncias de niños desaparecidos en su país, o en el tránsito por Centroamérica, México y Estados Unidos es reflejo de la debilidad de los Estados para proteger a la niñez y pone en la mira la urgente necesidad de ofrecer asistencia y protección a los niños solicitantes de asilo y migrantes no acompañados y a quienes viajan acompañados de adultos. 

 

Actual crisis de niñez migrante supera a la de 2014

El año 2014, marcó un hito importante en el éxodo de personas centroamericanas en búsqueda de protección en los EE. UU. El entonces presidente, Barack Obama, calificó la situación como una crisis humanitaria. No obstante, si se consideran las cifras de 2014 con las del año fiscal 2019, el aumento de la presencia de la niñez en el éxodo centroamericano es impactante. Hasta agosto de 2019, habían sido aprehendidos 19,686 niños hondureños no acompañados, 1,452 más que en el 2014. De la misma forma, mientras que en el 2014, los niños guatemaltecos no acompañados aprehendidos fueron 17,057, en el 2019 fueron 29,602. Estas cifras reflejan que a pesar de que es mayor el número de personas migrantes y solicitantes de asilo hondureñas, la presencia de la niñez guatemalteca es comparativamente mayor. 

 

La debilidad de los sistemas de protección de la infancia y la desprotección en los países de origen, de tránsito y de destino son evidentes. El desafío sigue siendo responder a las necesidades de protección de quienes han huído, y centrar los esfuerzos en responder a los vacíos de protección en los países de origen. Garantizar el derecho a la alimentación, a la salud y a la educación, y crear las condiciones para que los niños crezcan en contextos de seguridad donde su vida y su integridad personal estén a salvo son elementos prioritarios para crear las condiciones bajo las cuales la niñez no tenga que huir.

 

Puede consultar nuestro seminario virtual “Niñez desprotegida en México” a continuación

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