1 de diciembre de 2020 – El Presidente debe otorgar inmediatamente el Estatus de Protección Temporal (Temporary Protected Satus -TPS por sus siglas en inglés) a las personas originarias de los países devastados por los Huracanes Iota y Eta. Estos huracanes golpearon a Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador con dos semanas de diferencia, causando daños catastróficos a países que ya sufrían de pobreza extrema, violencia y los efectos de la pandemia de Covid-19.
El TPS es un instrumento de política para salvar vidas que ofrece protección a personas que viven en los Estados Unidos, originarias de países que están afrontando problemas que dificultan su retorno o deportación. El Congreso creó el TPS como parte de la Ley de Inmigración de 1990 en gran parte como resultado de los esfuerzos de incidencia de la comunidad salvadoreña residente en Estados Unidos frente a la devastación de sus comunidades por la guerra civil. El TPS otorga al Secretario del Departamento de Seguridad Nacional la autoridad para designar un país para el TPS, cuanto este no pueda ofrecer condiciones de seguridad a los nacionales que regresan. El TPS puede ser designado para países que se encuentran inmersos en conflictos armados, desastres ambientales o epidemias, u otras condiciones extraordinarias y temporales. Ofrece protecciones temporales a las personas de esos países que viven en los EEUU, otorgándoles la posibilidad de solicitar autorización para trabajar, la oportunidad de viajar fuera de los EEUU y protección contra la detención y la deportación.
La temporada de huracanes de este año afectó gravemente la precaria situación en la que ya se encontraban varios países de Centroamérica, algunos de los cuales ya tienen TPS por diversas razones. Cientos de miles de personas en Nicaragua fueron afectadas por las tormentas. Muchas de las zonas costeras permanecieron incomunicadas días después del paso de la tormenta. Los daños económicos causados por los huracanes Eta e Iota en Nicaragua se estiman en 747 millones de dólares, según el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Honduras sufrió deslizamientos de tierra que sepultaron personas, inundaciones repentinas y daños considerables. Se reporta que miles de personas están vagando por las calles sin ningún lugar donde vivir porque sus casas quedaron destruidas. El presidente hondureño dijo que 7% del PIB había sido arrasado por la pandemia y que las dos tormentas letales crearán una “bomba que dejará al país y a la región en una situación muy difícil”. Vale la pena destacar que la situación en este país empeoró desde que Juan Orlando Hernández llegó a la presidencia. La corrupción en el sector público se ha arraigado profundamente durante su administración. Lamentablemente, la lucha contra el Covid-19 fue duramente disminuida como resultado de la corrupción generalizada.